~ camino al amor ~

¿Cuántas veces dejaste de lucir alguna prenda que te gustaba porque te dijeron que por tu tipo de cuerpo no te iba a quedar bien? ¿Cuántas veces no te hiciste ese corte de pelo que amabas porque en teoría no iba con la forma de tu cara? O ¿cuántas veces no te teñiste el pelo de un color que te gustaba porque no iba con tu tono de piel? Y así, infinidad de ejemplos más. Estoy segura de que a todes nos pasó alguna vez en la vida. Estamos taaaaaaaan acostumbrades a vivir dentro de reglas, tratando de encajar en moldes, estructuras, exigiéndonos, escuchando lo que otres tienen para decir de básicamente todo y nos olvidamos que pensar en nosotres, en lo que queremos, en lo que deseamos, en nuestros gustos.

¿Y cuántas veces escuchaste que tu personalidad es parte de tu imagen? Calculo que 0 veces o muy pocas. Y esto es re importante.

En relación a lo que escribí en el primer post, hoy quiero hablarles (y hablarme) de esto. Es verdad que en la teoría del asesoramiento de imagen (y de tantas otras profesiones) hay un montón de principios destinados a decirnos y aconsejarnos qué deberíamos usar si tenemos x cuerpo, qué accesorios nos sientan mejor con x cara, qué color de pelo, etc. pero también es verdad que esas mismas herramientas pueden ser utilizadas con amor, fomentando el amor propio, enalteciendo lo lindo y sacándole el foco a todo esa exigencia que cotidianamente nos hace sentir que hay algo que está mal o que no debería ser así.
Llevamos no sé cuántos años ya de historia (sobretodo en materia de moda) de privarnos, de escuchar que sólo algunes serían los privilegiades de poder lucir todo el combo completo: verse espléndidos, radiantes, con pilcha divina, jugando con su color de pelo y los demás pensando "ok, yo no puedo", "eso no es para mí". Bueno, yo vengo a decirte que SÍ, podés. Que todo lo que está en el mundo es para todes.
 
¿Cuánto tiempo más de vida vamos a perder luchando por cosas que realmente no valen la pena? Si hay algo que aprendí con el tiempo (sobretodo el último), con análisis, con enojos y otras yerbas, es que estaba usando mis energías en aferrarme a todo lo que no me gustaba pero fundamentalmente en quedarme a escuchar lo que tenían para decir en vez de ver todo lo hermoso en mí, de ser libre, de vivir. Todavía me cuesta, es un proceso, es desaprender y demás.

Un poco desde el asesoramiento y otro poco desde un coaching que me sale del alma en este posteo porque eso no lo estudié (todavía), hoy quiero pedirte (y pedirme) que seamos menos crueles con nosotros mismos y trabajemos frente al espejo dándonos cariño, amor, aceptación, ¿de qué nos sirve saber si tenemos cuerpo pera, reloj de arena, triángulo? ¿en qué nos suma saber si tenemos rostro corazón, redondo, ovalado? 
Y justamente, mi forma de encarar el camino del asesoramiento tiene que ver con trabajar desde el amor, no desde las reglas. Entiendo que cada une de nosotres es único, hermoso, auténtico. Lo emprendo no queriendo cambiar, tapar ni corregir nada. 
Me gustaría hacer un ejercicio que hice bastante mientras estudiaba la carrera a ver si de a poquito vamos liberando tanta mochila:
  • Identificá qué es lo que más te gusta de vos. Y no vale decir "nada", tiene que haber algo.
  • Cuando tengas eso, hace foco ahí, busca como resaltarlo hasta que te des cuenta de que todo en vos es hermoso: 
  • Pensa que la ropa que lucimos (y la moda en general) es una forma más de expresión - como el maquillaje, el arte, la música - así que SÉ VOS: con colores, a rayas, en blanco y negro, con glitter pero VOS.
Liberar tanta imposición, tanto peso y encontrarse lleva tiempo... el punto es que empecemos por algún lado, por algo aunque parezca pequeño porque sólo se vive una vez y tenemos mil cosas hermosas por hacer y vivir.

Les dejo una canción que tiene una letra hermosa y poderosa ❤     Joss Stone - Clean Water 

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